Prótesis
Al igual que con los implantes, las prótesis dentales se utilizan para solucionar la pérdida de uno o varios dientes y recuperar así la funcionalidad dental y su estética.
Estas prótesis se elaboran a medida de cada paciente según las indicaciones del dentista y se hacen en acrílico, porcelana u otros materiales
¿Qué tipos de prótesis existen?
En función de su ubicación en la boca y de su grado de fijación, las prótesis pueden ser:
- Prótesis removibles: son las que el paciente puede quitarse para lavarlas. Si sustituye a todos los dientes, serían prótesis completas, mientras que si el paciente conserva parte de sus dientes, hablamos de una prótesis parcial.
- Prótesis fijas sobre dientes: son las que el paciente no puede retirar, ni siquiera para la limpieza.
En Dental Group trabajamos
distintos tipos de prótesis removibles
Beneficios de las prótesis
La colocación de prótesis para restaurar dientes perdidos o dañados tiene numerosos beneficios tanto estéticos como de salud:
Estética
Recuperar la estética y la sonrisa perdida por la falta de piezas dentales
Masticación
Mejora de la masticación que quedó afectada por los dientes dañados. Como consecuencia, también se mejora la digestión y con ello la salud general.
Adherencia dental
Evitar la movilidad dental al cerrar los espacios entre piezas dentales adyacentes
Habla
Mejora general del habla ya que la lengua se mueve de forma más natural y se recuperan los sonidos que requieren de los dientes para su pronunciación.
Autoestima
Mejora de la autoestima por la recuperación de la sonrisa que facilita las relaciones sociales y laborales.
¿Prótesis sobre implantes o sin implantes?
Los implantes no dejan de ser un tipo de prótesis. La principal diferencia entre ambos es que los implantes siempre se fijan al hueso, mientras que las prótesis pueden ser estáticas o removibles (las conocidas dentaduras postizas).
Las prótesis ofrecen casi los mismos beneficios que los implantes, pero son soluciones más económicas.
No obstante, la elección entre una y otra opción, no debe hacerse únicamente atendiendo a criterios económicos, sino que debe estar basada en
criterios médicos y clínicos, en lo que necesita cada paciente según su caso y sus condiciones de salud bucodental y salud en general.
